Saturday, June 30, 2007
Poliedro
De seguro habrá quien se vea identificado con esta interesante reflexión, chequen el dato y dense un quemón de pestañas. Saludos pa Sonora, ARRIBA EL NORTE Y SI NO ME CREEN . PS VEAN UN MAPA jaja

Hey así se escribe mira:
Psst Psst heeyt *ks yo tmb te quiero


POLIEDRO

Al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, no existe José María Gentil. O más bien existen muchos, que es lo mismo que decir ninguno.

Hace ya tiempo constaté (o uno de ellos constató; quizá la mayoría) que no era el mismo yo el que recitaba un poema apasionado y el que paseaba ausente por la calle. Hay un José María que se enamora y otro que se resiste a entregar su corazón, hay uno amante de la música clásica y otro que disfruta como hincha de fútbol, el que estudia, el que se divierte, el que habla con soltura y el profundamente tímido, el que lee y el que escribe (estos dos, por extraño que parezca, difieren sobremanera en gustos literarios), el considerado por la gente y el que está profundamente solo.

Todos somos yo, o todos son José María.

Prácticamente la totalidad de los yos disfrutan de andar por los parques, pero hay al menos uno que odia levantarse de la cama. Algunos dan una honda importancia a la espiritualidad, pero la superficialidad de otros asquea a los primeros. Resulta sorprendente el ingenio de cierto José María, así como la extrema torpeza de otro.

En general, la mayoría odian al que estropeó la relación con aquella mujer de la que todos en algún momento se sintieron enamorados (creo que muchos aún lo están). Por eso a veces se encuentran tristes, y no entienden cómo el otro pudo hacer eso.

Cuando duermo, a veces se hacen presentes en mayor número de lo que sería recomendable. Cada uno sueña a su manera, y en ocasiones me despierto (o nos despertamos, o alguno se despierta) con una extraña sensación de pesadez, como si la noche hubiera durado muchas vidas. Creo que es entonces cuado se sienten más libres, y salen a pasear por el mundo onírico, o juegan, ríen, discuten acaloradamente.

Recuerdo josémarías que ya no están. Aquel que montaba en bicicleta o el que releía Robinson Crusoe. Nadie sabe dónde quedó el que quería ser torero.

Últimamente, sus ideas y sus actos se entrecruzan cada vez en mayor medida, y esto hace que la relación se haga agria entre ellos en ocasiones. Así, cuando uno tropieza es otro el que cae, y quien dice palabras necias no es quien luego soporta las consecuencias. Temo (o tememos, o alguno teme) que no encontremos una forma de convivir todos juntos.

Con todo, sería absurdo pensar que esta página es únicamente obra del que escribe. Sin la experiencia del que lee, sin las vivencias del que se enamoró, no habría más que un papel en blanco.
 
posted by Ivan Vera at 12:24 AM | Permalink | 1 comments
Sunday, June 24, 2007
El Hombre Viejo
Bueno eso de leer en internet deja muchas cosas buenas, y se describen y escriben cosas tan reales como la vida misma, muy buen pensamiento, si les gusta leer les agradará esto y quizá hasta lo vean reflejado, les mando saudos.



Estaba cansado de ser adulto y pelearse consigo mismo a cada momento por hacer lo que debía. Ya hacia un lustro que había superado la cincuentena y le pesaba demasiado toda una vida esperando para disfrutar de esa vida que se le escapaba un poco más cada vez que se miraba al espejo.

Ahora se decía que no podía ser verdad, mientras se palmeaba suavemente su prominente barriga. Estaba recordando el acrobático gol que marcó en tercero y le valió a su equipo para acceder a la final. Estaba pensando cómo era posible que él, al que otrora llamaran “el incansable”, ahora fuera ese magnífico despojo de ciento treinta kilos, con el pelo casi blanco por completo y un sinfín de arrugas en la cara. Pero eso no era lo que más le pesaba.

Miró a la calle y notó como sus ojos querían imitar a la lluvia que perlaba las vidrieras. La calle bullía como siempre a esa hora, pero él no veía lo que sus ojos contemplaban, sólo giraba sobre sí.

Nada sería así si no hubiera aceptado aquella jubilación anticipada, si su mujer no hubiera muerto hacía tres meses y si su único hijo no se hubiera casado dos años antes.

Andaba por la casa vacía como un alma en pena. Se acercaba al retrato de su esposa y lo besaba con melancolía, con tristeza, con desazón... No pudo evitarlo más y su historia se hizo acuosa y resbaló, en silencio, por sus mejillas.

“Vente al gimnasio Matías” le decían los que fueron sus compañeros, pero él sabía que no era buena compañía para nadie y no quería amargarles la vida. Él ya no pintaba nada en este mundo, sólo era un amasijo de recuerdos caducos envueltos en un cuerpo ya deforme por el paso de la vida. Hubiera sido mejor que Susana se lo hubiera llevado con ella en su viaje al más allá.

Estaba a punto de tomar una trágica decisión cuando sonó el teléfono:

--¿Papá?
--¡Hola!
--¡Vas a ser abuelo!

...Abuelo... abuelo... abuelo...

Dicen que los niños traen un pan debajo del brazo, este salvó la vida de un hombre bueno que lo hizo todo por su familia.
 
posted by Ivan Vera at 11:48 PM | Permalink | 2 comments
Saturday, June 16, 2007
El Secreto de Peter Pan
Saludos, este es un relato muy interesante y en verdad se los recomiendo, espero q se tomen un minuto de su timpo para poder leerlo, espero les agrade.



Durante muchos años he preferido callar y he mantenido celosamente mi secreto por no quebrar la ilusión en el alma delicada y frágil de los niños. ¡Ay de aquel que escandalizare a un niño! ¡Ay de aquel que se atreva a robarle el tesoro de su inocencia!

La ilusión es como un cristal de colores, una pompa de jabón frágil y menuda, que dura un instante, hasta que se rompe bruscamente y para siempre. Por eso durante casi cien años me he limitado a ser un niño. Un niño vestido de verde, ágil y travieso, que puede volar, hacer travesuras y vencer una y otra vez al Capitán Garfio y su cuadrilla de piratas tontos en la eterna y siempre exuberante isla de Nunca Jamás.

Allí existen flores, de increíbles colores, que nunca se marchitan. El tiempo es delicioso, el aire huele a canela, a vainilla y a maíz tostado. Las olas rompen siempre suaves sobre la arena blanquísima de la playa, festoneándola con tirabuzones de espuma blanca y celeste. El cielo es capaz de teñirse de azul cobalto, de amarillo melocotón y recorrer cada día la infinita gama de los rojos, los verdes y los morados antes de que la noche vierta su cuenco de tinta negra y azul marino sobre la selva y los innumerables y misteriosos seres de grandes ojos redondos y luminosos que la pueblan, saluden a las miríadas de estrellas que se instalan en el cielo oscuro titilando nerviosas, lejanísimas y frías.

Pero el tiempo no pasa en balde y lo que tenía que ocurrir, ocurrió.

Siento de veras tener que fastidiarles el cuento a muchos niños y quizás aún a más adolescentes todavía, pero amo locamente a Campanilla, esa hada diminuta, simpática, nerviosa y loca del País de Nunca Jamás.

Lo de Wendi es agua pasada, un enamoramiento infantil que tanto irritó a Campanilla y que estuvo a punto de costarle la vida con aquella gota de mortífero y verdoso veneno.

Ni que decir tiene que soy Peter Pan el niño ágil y aventurero del cuento.

O quizás ya no…

Ocurrió de pronto. Me di cuenta al observar que los mayores miraban a Campanilla de manera diferente a como la miran los niños. Entonces la descubrí. Inexplicablemente no vi delante de mí al hada diminuta, pizpireta, simpática y mágica, que revoloteaba como una libélula verde y azul a mi alrededor y me impregnaba de ese polvillo que me hacía volar.

Campanilla se había convertido en una mujer exuberante y espléndida. Su pelo, del color del trigo en Agosto, recogido en un eterno moño, deja al descubierto su magnífico cuello perfecto y blanco. Campanilla tiene en sus ojos todo el azul del mar que rodea la isla de Nunca Jamás, y cuando los entorna, cae la tarde de repente. Su vestido cortito, de hada voladora, deja entrever su magnífico cuerpo y sus espléndidas nalgas respingonas y atractivas.

Campanilla me mira con ojos de mujer y yo la deseo. Deseo descubrir los secretos que encierra su vestido de hada verde. Quiero saber a qué sabe su boca. Quiero medir con mis manos la curva de su cintura. A ella le pasa igual.

Cuando nadie nos ve, nos alejamos volando hasta un lugar remoto de la isla que nadie conoce excepto nosotros. Allí en aquel claro del bosque, en nuestro refugio, las flores son más brillantes, el agua más transparente y la hierba más verde. Sólo los colibríes tornasolados, las mariposas azules y los insectos de alas metalizadas conocen nuestro secreto, pero saben callar.

Campanilla y yo nos despojamos de nuestras ropas infantiles y Campanilla suelta su melena rubia que le resbala suavemente sobre los hombros. Allí, sin secretos, uno frente al otro, Campanilla me mira y comprueba que ya no soy un niño y yo descubro excitado y nervioso que ella es una espléndida mujer con alas transparentes de libélula.

Campanilla, te amo- le digo.

- Oh Peter Pan, yo también te amo- dice ella mientras una nubecilla de polvillo mágico y luminoso se agita a su alrededor.

- Por favor, Campanilla, no brilles tanto-

-No puedo Peter, cuanto más me excito más polvillo luminoso desprendo-

Con solo mirarla la nubecilla se torna amarilla. Cuando la cojo de la mano el polvillo se agita en espirales azules. Temblando, la beso en los labios suavemente y la estela luminosa que desprende su cuerpo es un leve chisporroteo de naranjas y verde esmeralda. La abrazo agitado, nos abrazamos y la nubecilla se estremece en un temblor de rojos y morados que se mezclan y combinan en extraños colores. A partir de ahí, el polvo de estrellas que nos envuelve a los dos es un mar agitado, un vértigo de colores, un torbellino de matices que recorren apresuradamente todos los tonos del arco iris y van más y más allá, colores imposibles, colores desconocidos y sin nombre que brillan, se mezclan y estallan en un mar de luces…hasta que rendidos, satisfechos y exhaustos caemos sobre la hierba brillante y verde, respirando agitados y felices. Los colibríes ajenos a nuestros afanes continúan libando el néctar dulcísimo de las campanulas blancas y moradas y las mariposas bailan una imprecisa danza amarilla sobre nuestros cuerpos satisfechos.


¡Eh tú, cómo te llamas!- me dice un enfermero del Samur.
La luz de la ambulancia me ciega con sus destellos intermitentes de color naranja.
- Me llamo Peter Pan- le digo tiritando de frío.
Se oye un trueno y llueve a cántaros.
- Vaya trancazo que has cogido. Has estado a punto de palmarla-
-¡¿Qué he estado qué? ¡
- Que has podido morirte aquí mismo-
- Tienes que intentar dejar la droga- me dice aquella médico morena y guapa vestida con un anorak amarillo fluorescente.
-Si yo quiero ha, hacer..lo, pero no puedo dejar..la. Amo demasiado a Campanilla- balbuceo.
-Dale un relajante muscular y déjalo que duerma la mona- grita alguien- está delirando-
Yo no logro entender nada. Esto no es el País de Nunca Jamás sino una escombrera inmunda y sucia junto a una tapia llena de basura, latas oxidadas, papeles, cucharillas quemadas y muchas jeringuillas. ¿Dónde está Campanilla? ¿Y mi sombrero verde? ¿ Y mi espada? ¿Por qué no puedo volar y hace frío y llueve esta agua negra y sucia? ¿Dónde está el mar y el barco pirata? ¡Campanilla¡ ¡Campanillaaaaaa!

Entre dos enfermeros me introducen en la panza blanca y llena de aparatos de una ambulancia que enseguida arranca y se aleja a toda velocidad con un sonido desagradable y estridente que en nada se parece al suave murmullo de las olas sobre la playa de arena blanquísima y fina de El País de Nunca Jamás.

¡ ¡ uuuaa, uuuaa, uuuaaa, ñoic, ñoic, uuuaaa, uuuaaa ¡¡


-Adiós, Campanilla, adiós para siempre

La realidad es un vacío frío y amargo. Un lugar feo y terrible para alguien como yo, le digo a la amable enfermera que ha tenido la paciencia de escuchar, con una sonrisa, mi historia, mientras me saca sangre para unas pruebas de Sida.

-No te preocupes, Peter Pan- me dice sonriendo, y me acaricia los cabellos sucios y mojados, mientras trata de ocultar bajo su bata blanca un par de alas transparentes y brillantes.
-Será nuestro secreto, Peter- me dice.
Aún no está todo perdido.
-No, aún no- Campanilla.
 
posted by Ivan Vera at 12:16 AM | Permalink | 4 comments
Tuesday, June 05, 2007
Matrix desde otro punto de vista??
Y las sombras empezaron a abrazar al mundo y las luces brillaban desde el centro de la tierra, autómatas con vida brincaron al siguiente escalón de la cadena alimenticia y los de carne y hueso dejaron de ser los grandes cazadores.
Pues otro buen video q podría convertirse en una especie de pesadilla, intimidante y de una grotezca imaginación jejje nada más q anunciar más q saludar a los amigos foráneos, Sonora, Jalisco, Sinaloa y los q se me pasaron saludos tmb.


 
posted by Ivan Vera at 1:57 PM | Permalink | 2 comments